domingo, 9 de mayo de 2010

¿Un letrero de McDonald's patrimonio cultural?

El pasado mes de marzo se llevó a cabo en Rio de Janeiro el World Urban Forum. En su quinta edición, el evento realizado por la oficina de las Naciones Unidas UN-Habtita, fue un éxito. Reunió a más de 16 mi personas de distintas naciones para discutir temas relacionados con "El derecho a la ciudad". Y uno de los temas importantes fue el de el patrimonio urbano. ¿Qué hacer con él? ¿Cómo conservarlo? ¿Cómo hacerle para no convertir todo nuestro patrimonio en Museo? ¿Cuales son los nuevos valores del patrimonio urbano? ¿Cómo planear el desarrollo de las ciudades incluyendo programas de protección, logistica, educación y respeto a los valores cotidianos de sus ciudadanos?


Para este tema, se realizó un taller llamado:"Urban Heritage Planning and Management", fue organizado por el Centre for Enviromental Planning and Technology University de India. El taller duró tres horas, poco tiempo para tocar temas tan amplios y complejos. Sin embargo hubieron cosas que resaltar. En primer lugar, que los problemas que vive India en relación a su patrimonio cultural y el crecimiento desbordado de sus ciudades es similar al que se vive en las ciudades de América Latina. Que las soluciones, fuera de estrategias físicas como restauraciones, remodelaciones y reproyecciones urbanas, radica en programas de educación que ayuden a la revalorización de los espacios y promuevan la reapropiación de ellos en el cotidiano.


En segundo lugar, que el patrimonio cultural al representar la memoria de un pueblo, está abierto a cambios. Que los conceptos de patrimonio urbano van más allá de la conservación de bienes históricos y que muchos íconos contemporáneos ya son parte de ese simbolismo colectivo y debe ser conservado.



Tres, que en muchas partes del mundo se están realizando acciones muy interesantes, importantes y con optimos resultados; que el gestor o gerente de los proyectos urbanos necesita estar abierto a esta información e intercambiar ideas, no solo como parte extra de los estudios, sino como parte escencial de la tarea de planeación, para lo cual se necesita paciencia, comprensión y reconocimiento de esas otras realidades.




Después de esta sesión que solo fue una pequeña pincelada cultural, académica, antropológica, política y urbana para todos los presentes, confirmo mi gusto y pasión por los temas que involucran la conservación de la memoria de un pueblo, porque el reconocimiento de estos bienes materiales concretizan los símbolos que nos identifican. Reafirman la importancia de la sociedad civil, no solo como un ente que cohabita con el patrimonio, sino como una fuerza participativa que debe avisar y llamar la atención de las autoridades para canalizar los esfuerzos a esta dirección y nos recuerdan que aún hay mucho por hacer. Yo reconozco.