martes, 24 de agosto de 2010

Un economista en el equipo


Las conversaciones de pasillo en una Universidad siempre son ricas en contenido, se dice lo que no tiene espacio en el salón de clase y se comparten opiniones de una forma menos categórica. Tal vez porque dialogar "en corto" nos de cierta confianza o porque somos nosotros los que elegimos al interlocutor. Pues el otro día en una converación de pasillo en la Universidad Candido Mendes, los alumnos del MBA en Gestión Cultural dialogaban sobre la conservación del Patrimonio Cultural y lo "caro" que era realizar esos proyectos. -¿Caro?- les pregunté, no será mas conveniente decir "costoso". Y de ahi vino una discusión interesante sobe el valor económico de la conservación del patimonio cultural.

La verdad es que poco sabiamos sobre el valor económico en si de un proyecto de restauración. Aunque todos concidíamos que lo tenía, pues ¿como justificar un gasto de más de cien mil dolares en pintura traída desde Francia a Brasil para restaurar la cúpula del Palacio Municipal? o ¿porqué invertir en mármol italiano para restaurar los pisos de los edificios del Centro Histórico de la Ciudad de México?

La relación entre Economía y Conservación del Patrimonio Cultural ha sido altamente discutida. El patimonio cultural además de su valor afectivo, estético e histórico, tiene un valor económico directamente relacionado con los índices de desarrollo sustentable.

La conservación del patrimonio cultural revitaliza áreas, reaprovecha espacios y mejora el ambiente tanto en lo visual como en la calidad del aire de los centros urbanos.

La conservación del patrimonio cultural se vincula con acceso a la información y generación de conocimiento, los museos y centros culturales son fuentes importantes para la educación;

Fomenta y crea nuevos espacios en la economía local, ya sea dedicados al turismo o al desarrollo de actividades locales;

Tiene una participación importante dentro del mercado de la construcción, materiales y mano de obra.


Para obtener datos precisos sobre el impacto económico los especialistas han aplicado diferentes herramientas para medir el costo-beneficio, mejor entendido como costo-efectividad, es decir, restaurar el patrimonio cultural al menor costo y de la mejor forma. Estos valores son medidos en relación al impacto directo o indirecto dentro de los procesos económicos locales, como pueden ser: generación de empleos y nuevos negocios, economía local de consumo, aumento en los valores de la propiedad, participación de otras manifestaciones e industrias culturales, acciones de promoción e imagen al exterior, generación de conocimiento y turismo.


Los estudios sobre los impactos económicos de un bien restaurado existen y han sido realizados por diferentes institutos, organismos y universidades. Incluir una visión económica dentro de los proyectos de restauración y conservación, es fundamental para garantizar una próxima inversión. Así como nos parece importante incluir un apartado dirigido al estudio estético, histórico, estructural, de composición de materiales y manufactura, incluyendo a historiadores, biólogos, quimicos, físicos, arquitectos, ingenieros y geógrafos, es importante que consideremos dentro del equipo multidisciplinar a un economista. Porque la labor de conservación y restauración del património cultural es tan rica e importante para el desarrollo de la humanidad, que deberá intentar ser cada vez más incluyente en todos los sentidos.
Textos sobre la materia:
University Collage of London. Centre of Sustainable Heritage http://www.ucl.ac.uk/sustainableheritage/evaluating_benefits.pdf

domingo, 9 de mayo de 2010

¿Un letrero de McDonald's patrimonio cultural?

El pasado mes de marzo se llevó a cabo en Rio de Janeiro el World Urban Forum. En su quinta edición, el evento realizado por la oficina de las Naciones Unidas UN-Habtita, fue un éxito. Reunió a más de 16 mi personas de distintas naciones para discutir temas relacionados con "El derecho a la ciudad". Y uno de los temas importantes fue el de el patrimonio urbano. ¿Qué hacer con él? ¿Cómo conservarlo? ¿Cómo hacerle para no convertir todo nuestro patrimonio en Museo? ¿Cuales son los nuevos valores del patrimonio urbano? ¿Cómo planear el desarrollo de las ciudades incluyendo programas de protección, logistica, educación y respeto a los valores cotidianos de sus ciudadanos?


Para este tema, se realizó un taller llamado:"Urban Heritage Planning and Management", fue organizado por el Centre for Enviromental Planning and Technology University de India. El taller duró tres horas, poco tiempo para tocar temas tan amplios y complejos. Sin embargo hubieron cosas que resaltar. En primer lugar, que los problemas que vive India en relación a su patrimonio cultural y el crecimiento desbordado de sus ciudades es similar al que se vive en las ciudades de América Latina. Que las soluciones, fuera de estrategias físicas como restauraciones, remodelaciones y reproyecciones urbanas, radica en programas de educación que ayuden a la revalorización de los espacios y promuevan la reapropiación de ellos en el cotidiano.


En segundo lugar, que el patrimonio cultural al representar la memoria de un pueblo, está abierto a cambios. Que los conceptos de patrimonio urbano van más allá de la conservación de bienes históricos y que muchos íconos contemporáneos ya son parte de ese simbolismo colectivo y debe ser conservado.



Tres, que en muchas partes del mundo se están realizando acciones muy interesantes, importantes y con optimos resultados; que el gestor o gerente de los proyectos urbanos necesita estar abierto a esta información e intercambiar ideas, no solo como parte extra de los estudios, sino como parte escencial de la tarea de planeación, para lo cual se necesita paciencia, comprensión y reconocimiento de esas otras realidades.




Después de esta sesión que solo fue una pequeña pincelada cultural, académica, antropológica, política y urbana para todos los presentes, confirmo mi gusto y pasión por los temas que involucran la conservación de la memoria de un pueblo, porque el reconocimiento de estos bienes materiales concretizan los símbolos que nos identifican. Reafirman la importancia de la sociedad civil, no solo como un ente que cohabita con el patrimonio, sino como una fuerza participativa que debe avisar y llamar la atención de las autoridades para canalizar los esfuerzos a esta dirección y nos recuerdan que aún hay mucho por hacer. Yo reconozco.

miércoles, 3 de marzo de 2010

¡¡Compro fierro viejo que venda!! Aunque sea un pedazo de una estatua del siglo XIX

La Feria de Lavradío es uno de los bazares de antigüedades de la Ciudad de Río de Janeiro. Se apodera de la calle de Lavradío, ubicada en el Río Antigüo en el Barrio de Lapa, lugar donde fue concebido el sabor, sazón y entraña del alma carioca (aunque algunos se empeñen en negarlo e intercambiarlo por los barrios de Ipanema o Copacabana).
En el tianguis uno encuentra de todo, muebles, ropa, juguetes, botones, accesorios, bolsas, electrodomésticos; en fin, aquellos artículos que tuvieron a bien sobrevivir al paso del tiempo y continuar dentro de la cadena de consumo, reuso y resignificado. Lo particular de este lugar, es que el deleite sólo ocurre el primer sábado de cada mes y que después de agotar el ojo, la cartera o los pies, uno puede sentarse a comer una deliciosa feijoada (plato típico brasileño hecho a base de frijol, carne y arroz) y una cerveza escuchando un buen chorinho.
Sin embargo, mi última visita a la Feria de Lavradío fue cautivada por la cantidad de objetos de metal que vi en las misceláneas arqueológicas de los comerciantes. Reconocí dentro de sus colecciones remates de bronce, parte de patas de caballo, alas que seguramente pertenecieron a alguna ave o querubín, bases de algun farol de la calle, cercas de bronce. Tenía ante mis ojos una serie de elementos derivados de la depredación al patrimonio cultural carioca. Cuando pregunté la procedencia de dichos objetos, todos se reservaron la información probablemente porque pensaron iban a perder a un cliente.
Resulta que desde hace más de 5 años, en la ciudad de Río de Janeiro, cada 15 días alguien se roba un pedazo de algún monumento histórico. La Fundación de Parques y Jardines que es la responsable por la protección, mantenimiento y seguridad de plazas, parques, jardines, glorietas, alamedas, etc. ha declarado estado de alerta ante esta situación. Pero los robos no han parado. Algunas piezas son robadas sólo para ser vendidas en el mercado de fierros viejos, sin la menor noción de su valor histórico, pero algunas paran en el mercado negro o en ferias de antigüedades que aparentemente son inofensivas.
El periódico O Globo de circulación nacional hizo un reportaje al respecto, pero parece que es imposible identificar a los responsables y fuera de reforzar la seguridad de plazas y parques, no ha habido propuestas concretas de soluciones viables. (ver http://www.rioecultura.com.br/materias/materia.asp?materia_cod=8)
Pero el asunto aqui es una cuestión de políticas públicas y estratégias de protección al patrimonio cultural. Es evidente una falta de vigilancia por parte de las autoridades, pero tambien de apropiación de los espacios por parte de la sociedad civil. Los monumentos históricos han dejado de significar, algunos de ellos se han convertido en materia de saqueo por su valor, mínimo en la mayoría de los casos, económico en el mercado de fierros viejos. Pero a veces para ese fierrero vale más la armadura de una cama, una parrilla o una televisión, que la pata del caballo de Don Pedro. A esto se suma el abandono de dichas plazas y jardines, la gente no camina, ni pasea más por sus glorietas, porque no siente que el espacio le pertenece. Para que las estatuas de bronce realizadas en siglos pasados sobrevivan a la realidad urbana, es fundamental, no solo garantizar su estado material, sino diseñar políticas que trabajen con la resignificación y valoración de dichos espacios. Es importante que el ciudadano reincorpore el patrimonio cultural a sus actividades diarias, su cotidiano y lo haga parte de sus hábitos.

martes, 9 de febrero de 2010

¿Dónde está la gente?

Hace un par de meses tuve la fortuna de hacer un viaje por Chile. El recorrido fue breve pero bonito, como los buenos chistes. Visitamos Santiago y Valparaiso, dos ciudades muy particulares. La primera una capital atravezada por un rio, la otra un puerto pesquero erguido en los cerros. Una con cielos rojos y Andes vigilantes, otra con atardeceres costeños y elevadores horizontales.
El obturador de mi cámara no paró. Quizo registrar cada rincón, cada color, cada contraste, cada línea, cada paisaje, cada detalle. Despues de dos tarjetas de 2 GB llenas, me senté frente a la compu, me serví una copa de vino chileno, obvio, y me puse a revivir el viaje de 10 días por el último país del continente Americano (o el primero, depende de la perspectiva).
Cuando llegué a la foto número 70, mi interlocutor quien no habia corrido con la misma fortuna de conocer la última esquina de América, al mismo tiempo que movia la copa en círculos como para hacer respirar el vino, me dijo:
"Están buenísimas las fotos, pero.. ¿y la gente?"
Seguí pasando las fotos, intentando acabar mi relato del viaje y buscando de forma muy discreta alguna foto que mostrara a la gente... Pero debo confesar que el 80% de ellas estaba formada por edificios, colores, paisajes urbanos, deterioro, detalles arquitectónicos, texturas, esculturas, obras de arte, letreros, remates, tipos de luz, de repente uno que otro personaje que se incorporaba al paisaje como si fuera una escultura. Mi interlocutor tenía razón, mi ojo se interesaba poco por el registro antropológico. Y esta selección visual la he realizado casi en todos mis viajes. Hay veces que hasta he pensado: "Si no tuviera gente...esta sería una foto maravillosa" e incluso le he pedido a mis amigos que formen una especie de valla humana para evitar que la gente circule en el momento de tomar la foto o me espero a que la calle quede vacía.
Yo creo que es un vicio de profesión. Mira que ir hasta el ultimo canto del continente para tomarle una foto a una pared devorada por la humedad iluminada con la luz rasante del atardecer...Yo hago fotos 100% de restaurador.

sábado, 6 de febrero de 2010

El "postizo ledesmeño" icono internacional

o la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía ante una posibilidad de apertura internacional.

En junio del 2009, the Royal Collage of Art y el Victorian & Albert Museum (UK) anunciaron que cerrarían el curso de posgrado en Conservación que administraron juntos por mas de 30 años. Dicho programa era internacionalmente reconocido por su gran labor en la formación profesional de conservadores-restauradores, pero tristemente, según comentan ellos, el sistema de políticas públicas y universitario inglés basado en el mercado y no en el subsidio estatal, lo calificó de "incapaz de ser autofinanciable" (inability to be self-funding). Varias críticas surgieron alrededor del tema, todas llenas de preocupación, angustia y resignación, porque se pierde uno más de los espacios de educación formal destinados a la Conservación del Patrimonio Cultural en Inglaterra. (Sharpe. The Artnewspaper. julio 2009. http://www.theartnewspaper.com/articles/crisis-in-conservation-programmes-as-another-UK-course-close/18556)

Fuera de la pérdida que representa para las instituciones del Reino Unido, encontramos también un área de oportunidad gigante para el resto. Parece que en esta ocasión las políticas públicas que tenemos a bien ejecutar en México puede ser una de nuestras más grandes virtudes.

Si en Inglaterra en el 2009 se cerraron dos centros importantes de formación profesional (Textil Conservation Center y V&A/RCA) y en Australia otro, en ambos países por causas y defectos del sistema. ¡Señoras y señores! estamos frente a una magnífica oportunidad económica, académica y cultural. La Escuela Nacional de Conservación y Restauración de México (o cualquiera de América Latina) tiene que aprovechar el momento y reposicionarse. Responder a la demanda educativa y dar cobijo a todos esos estudiantes ávidos de conocimiento formal. ¿No sería increíble que "el postizo ledesmeño" (forma particular de peinarse utilizado por cierto personaje de la ENCRyM) fuera un icono internacional?

Son pocas las veces en México que podemos decir que gracias al sistema nuestros centros educativos siguen abiertos. ¿No es entonces, un excelente momento para que la ENCRyM, diseñe nuevas políticas de ingreso, amplíe su infraestructura de intercambio, eleve el nivel de sus cátedras y dé el salto al mercado internacional? ¿No sería una excelente oportunidad para México y su profesionales?
Porque el destino que corrió la maestria del V&A/RCA, también ha sido planteado para la ENCRyM debemos expandir la visión y aprovechar el mercado que está quedando desatendido. Porque en algún lugar tendrán que estudiar y preparase los conservadores-restauradores del futuro, ¿no?

Yo planteo aprovechar esta oportunidad. Aceptar el desafío y responsabilidad educativa en el ámbito internacional.

sábado, 30 de enero de 2010

LA TORRE DE BABEL


La definición de conceptos es fundamental para el estudio de cualquier asunto, en el caso de una disciplina, no sólo explica sino define los campos de acción. Hablando de la Conservación y Restauración de bienes culturales, esta confusión es evidente. En cada coloquio, seminario o charla de café sobre la materia, no hay vez que el interlocutor no sea cuestionado (aunque sea sólo con las miradas) sobre si se está refiriendo a la acción, a la disciplina o si el uso indistinto de estos dos conceptos es adecuado. Lo que es claro, por convención, es la separación de los conceptos y la constante repetición de ambos términos como acciones distintas. Así hablamos de la Escuela Nacional de Conservación y Restauración (en México), se habla de la European Confederation of Conservator-Restorers' Organization (ECCO) quienes dejan de manifiesto que una misma persona puede hacer las dos acciones.
En el 2006, Gaël de Guichen, especialista de la Conservación y Restauración quien obtuvo el premio Frobes en ese mismo año, dijo estar frente a la Torre de Babel en cuanto a la definición de nuestra profesión y para demostrarlo colocó un esquema que simplificaba todas las posibles opciones sobre la relación de estas dos acciones. (artículo completo en Studies in Conservation 2007, IIC, pp 69-72)
A. Son dos cosas diferentes
B. Coinciden en algunos puntos
C. Estan conectadas
D. Son sinónimos
E. La Conservación contiene a la Restauración
F. La Restauración contiene a la Conservación.
Al final el 47% conicidió en el esquema C.
Yo Opino C...y tu?

viernes, 15 de enero de 2010

Valparaiso, Chile. plc-09
Yo Restauro.
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